viernes, 11 de mayo de 2012

Latin Jazz

Para explicar el fenómeno del Jazz latino debemos hacer una comparación con el desarrollo de la Música Afro antillana, ya que esta música y el jazz tienen raíces musicales muy parecidas.
Ambas son el resultado del encuentro de los habitantes de África, traídos a América para trabajar como esclavos, con la música occidental europea; ambas nacieron entonces de la fusión de elementos musicales africanos y europeos aunque de maneras diferentes.
En el jazz por ejemplo la percusión se ha visto limitada al uso de la batería y su ligazón con la percusión africana es más bien lejana, mientras que en las Antillas el gusto africano por la polirritmia sigue vigente, y se siguen creando estructuras percusivas de alta complejidad.
En contra parte los solistas de jazz han alcanzado niveles de gran desarrollo en cuanto a las estructuras melódicas y armónicas de sus improvisaciones.
Tomando en cuenta tanto los elementos comunes como las diferencias, era de esperarse que cuando músicos de los dos géneros entraran en contacto se sintieran mutuamente interesados.
Durante décadas músicos de jazz que visitaban las islas o músicos antillanos que emigraban a ciudades como Nueva York y Chicago se sentían atraídos por lo que oían ejecutar a sus contrapartes.
Las construcciones melódicas y armónicas de las grandes orquestas de jazz debieron fascinar a los músicos cubanos, tanto como los vivaces poli ritmos del Caribe a los jazzistas norteamericanos.
Sin embargo no fue sino hasta la década de los cuarenta que se dieron los primeros intentos serios de fusionar las dos corrientes musicales.
El 29 de septiembre de 1947 se presentó en el Carnegie Hall de Nueva York la Afrocuban Drums Suite, que reunía el trabajo de dos grandes músicos negros, uno cubano y el otro norteamericano: Mario Bauzá y Dizzy Gillespie.
Entre los dos lograron fusionar por primera vez de una manera exitosa la sección rítmica afrocubana con una orquesta de jazz.
Posteriormente por recomendación de Mario Bauzá, Dizzy Gillespie contrató a un gran percusionista cubano que respondía al nombre de Chano Pozo y con el cual la orquesta de Gillespie continuó experimentando, logrando crear varios clásicos del jazz latino como "Tin tin deo" y "Manteca". Después del trabajo innovador de Mario Bauzá, Dizzy Gillespie y Chano Pozo, el jazz latino ha continuado una ascendente carrera en la que ha habido muchas variantes con diferentes niveles de éxito, hasta llegar a nuestros días, en que, por lo general cuando se habla de jazz latino, se piensa en una sección armónica, compuesta de piano, bajo, y en ocasiones guitarra, en otra sección de percusión que integran las congas, los bongós, los timbales, y la batería, que comparten la producción musical con una sección de instrumentos de aliento, conformada básicamente por solistas de jazz.
De esta manera se logra crear una música que tiene lo mejor de los dos mundos: la complejidad rítmica de la música afro antillana y la intensidad de la improvisación jazzística.
En la actualidad los grupos continúan fusionando la Música Afro antillana con el jazz, para ofrecernos una música llena de vitalidad y fuerza, revivificando la escena musical de nuestros días. Gracias a mi Amigo Arnaldo Ramírez por brindarnos una nota importante.
Jazzeando!!!

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