Algunos musicólogos
opinan que la habanera es de origen africano; otros, dada la evidencia de su
nombre, la sitúan en la isla de Cuba, desde donde fue llevada, a través del
filtro español, a Europa.
Esta versión que otorga
a la habanera partida de nacimiento en Cuba en el siglo XIX como un ritmo
descendiente de la contradanza europea, adaptada y llevada por los españoles a
la isla en el siglo XVII, es la más afinada y aproximada de las teorías sobre su
procedencia, según defienden muchos investigadores y estudiosos de la habanera.
También hay quién afirma
que esta contradanza llegó a la isla a través de Haití.
Es una de las
manifestaciones musicales más singulares que, tras penetrar en España por distintos
caminos (la navegación comercial atlántica, el regreso de los soldados de la
isla de Cuba y la zarzuela) llegaron a tierras murcianas, concretamente a
Totana, donde halló un especial microclima, para echar potentes raíces y
convertirse en una de las señas de identidad de todo un pueblo que encontró en
sus bellos espacios naturales ("La Santa" y "los huertos")
y en lugares de trabajo ("almacenes" de mandarinas y almendras) los
mejores escenarios para cantar, en pequeños o grandes grupos, las habaneras que
han hecho de Totana un ejemplo de interpretación cadenciosa y uno de los
grandes reductos españoles de la más pura nostalgia habanera.
Podemos considerar a la
Habanera como un género musical de "ida y vuelta" entre España y
Cuba, que tiene un origen pasional y que transmite creencias y sentimientos de
sus gentes.
Cuentan la vida de
marineros, comerciantes, marginados, soldados, indianos, buscadores de fortuna.
La Habanera, hija de la
contradanza y reformada por los criollos cubanos, fue la primera en hacer las
maletas y asentarse con fuerza en España como género propio de norte a sur y de
este a oeste, pasando por el interior de la Península o "tierras de agua
dulce".
Gracias a mi Amigo
Eduardo Terry por esta información.
Que bella es la Habanera!!!
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